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IA y Sustentabilidad: Reduciendo la Huella de Carbono en la Gestión del Talento

Tecnología para optimizar viajes de reclutamiento y reducir papel en procesos.

En 2025, una multinacional de tecnología con sede en Berlín logró reducir un 40% su huella de carbono en procesos de recursos humanos (RRHH). ¿El secreto? Un sistema de inteligencia artificial (IA) que reemplazó los viajes internacionales de reclutamiento con entrevistas virtuales inmersivas y optimizó la capacitación mediante plataformas digitales. Este caso, lejos de ser aislado, refleja una tendencia global: la IA no solo está transformando cómo gestionamos el talento, sino también cómo protegemos el planeta. Según Accenture (2024), el 62% de las empresas que adoptan IA en RRHH reportan una disminución significativa en su impacto ambiental.

La automatización de procesos como el filtrado de CVs o las entrevistas iniciales ya evita millones de toneladas de CO₂ al año. Herramientas como HireVue o Phenom usan aprendizaje automático para evaluar candidatos sin necesidad de desplazamientos. Unilever, por ejemplo, redujo sus viajes de reclutamiento en un 90% tras implementar IA en 2023, según Forbes. Además, plataformas como LinkedIn Talent Solutions identifican candidatos ideales mediante big data, priorizando perfiles locales para reducir la necesidad de relocalizaciones costosas en emisiones.

La era de las pilas de currículos impresos terminó. Sistemas como Greenhouse y Workday digitalizan la selección de personal, desde pruebas técnicas hasta contratos electrónicos. Esto no solo agiliza los procesos, sino que ahorra recursos: según Deloitte (2024), una empresa mediana evita el uso de 15,000 hojas de papel anuales al migrar a herramientas basadas en IA.

La IA también revoluciona la formación. Plataformas como Coursera for Business usan algoritmos para crear rutas de aprendizaje adaptativas, eliminando la necesidad de talleres presenciales. En Siemens, los empleados acceden a simulaciones en realidad aumentada para entrenar habilidades técnicas, reduciendo un 35% el consumo de energía asociado a capacitaciones tradicionales (Harvard Business Review, 2024).

La tecnología no solo capacita, sino que educa. Herramientas como Glint miden la satisfacción laboral y sugieren acciones sostenibles, como promover días de teletrabajo para reducir desplazamientos. En Salesforce, los empleados reciben informes mensuales sobre su contribución ambiental, desde el papel ahorrado hasta las emisiones evitadas gracias a reuniones virtuales.

La IA no es una solución mágica. Los centros de datos que alimentan estos sistemas consumen grandes cantidades de energía, aunque empresas como Google y Microsoft ya usan algoritmos para optimizar su eficiencia. Además, el 65% de los trabajadores exigen transparencia sobre cómo se usan sus datos en iniciativas verdes (PwC, 2025). La clave está en adoptar IA ética y renovable, como los modelos entrenados con energía solar que promueve IBM.

La inteligencia artificial está redefiniendo la gestión del talento hacia un modelo más humano y sostenible. Entre sus beneficios destacan:

  • Reducción de emisiones: Menos viajes y papel.

  • Eficiencia energética: Capacitaciones y herramientas digitales.

  • Cultura ecoactiva: Empleados comprometidos con metas ambientales.

Los retos, como la huella energética de la IA, son oportunidades para innovar. Como afirma Sundar Pichai, CEO de Google: “La tecnología debe ser un puente hacia la sustentabilidad, no un obstáculo”. Las empresas que integren IA y conciencia ecológica no solo atraerán al mejor talento, sino que liderarán la construcción de un futuro del trabajo donde el progreso y el planeta coexistan.

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